No lo pensaba leer pero un día llegué a casa y Carmele se lo había comprado. Es curioso como funcionan las imágenes en nuestra cabeza. Es imposible no poner la cara de Tom Hanks a Robert Langdon.
En fin, esta novela la podríamos comparar con la droga: no tiene porque ser mala, engancha sobremanera, de vez en cuando te da alguna sorpresa pero al final ves que no has llegado a ningún sitio.
1 comentario:
YO LO ACABO DE RECIBIR!!!! xddddd!
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