10 de noviembre de 2009

El símbolo perdido


No lo pensaba leer pero un día llegué a casa y Carmele se lo había comprado. Es curioso como funcionan las imágenes en nuestra cabeza. Es imposible no poner la cara de Tom Hanks a Robert Langdon.

En fin, esta novela la podríamos comparar con la droga: no tiene porque ser mala, engancha sobremanera, de vez en cuando te da alguna sorpresa pero al final ves que no has llegado a ningún sitio.

1 comentario:

arnau dijo...

YO LO ACABO DE RECIBIR!!!! xddddd!