22 de julio de 2010

Cuéntame que no lo entiendo

Ayer estaba viendo, como dice mi abuela, "el parte" de TV1. Como noticia dijeron que se había empezado a rodar la décimo segunda temporada de Cuéntame. Normal que para ellos eso fuera noticia, doce temporadas es todo un éxito en los tiempos que corren y reconozco que aunque nunca he sido seguidor de esta serie, la verdad es que es un producto de calidad.

Desde hace ya tiempo, siento curiosidad por dos personajes de la serie. El primero es Carlitos Alcántara, Ricardo Gómez en la vida real. España entera ha visto crecer a este muchacho. Probablemente sea una de las personas con los mofletes más violados del país. Cuántas ancianas le habrán hecho "ñigo-ñago" a sus carrillos.

Sorprendentemente nadie se ha escandalizado al hacer este personaje la voz en off de la serie pero siendo ya un adulto. Para todos nosotros Carlitos tiene el síndrome Peter Pan. Pero seamos conscientes que Ricardo ya viste de negro púbico y tendrá, como le corresponde, unos pensamientos más impuros que la peluquera choni-rubio platino.

Para finalizar con Carlitos y desde el cariño: es uno de los actores más directamente proporcionales que tenemos. Cuanto más crece peor actúa.

El segundo personaje que siempre me ha llamado la atención no podía ser otro que doña Herminia o la gran María Galiana en la vida real o la abuela para entendernos.

Como se puede ver en las fotografías ella es inmutable. Es el sueño de todo responsable de raccord. Desde la más tierna dictadura hasta el destape, doña Herminia nunca ha dejado de ser ella misma con sus grandes aportaciones como: "madre mía hija, pero que va a decir Antonio...".

Con este personaje tenemos un claro ejemplo de discriminación positiva. ¿Qué diferencia existe con mi querido Jordi Hurtado? Ninguna. Pero los palos de haber vendido el alma al diablo sólo los sufre el presentador de los dientes termo-nucleares.

El otro día, en un especial de Cuarto Milenio, Carmen Porter aseguró que varios feriantes habían visto a la abuela y a Jordi untarse babas de caracol en la consulta del doctor de la Esteban.

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