Pues sí. Ayer me quedé como un boniato epiléptico cuando me enteré que mi querido y admirado Ernesto Sevilla comparte flujos con la presentadora de televisión Berta Collado.
No quiero poner de lo que es capaz Don Ernesto porque, si no lo sabes, tienes una tara y un déficit. Y tampoco voy a poner de lo que es capaz Berta porque me clausurarían el blog.
Está claro que Berta se fija en el interior y en el sentido del humor.
Está claro también que le debe gustar que le digan las burradas más jartas del planeta tierra.
Está claro que Ernesto tendrá que lidiar con mucho animal cuando vuelva estas navidades a Albacete.
Está claro que Ernesto cada vez es más pataliebre.
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