9 de enero de 2011

Fin de los sueños

Llevaba tiempo queriendo empezar con esta última mierda. Ayer fue el día.

Por las noches, cuando me retiro a mis aposentos, hago todo lo posible para volver andando. Odio la potencia de las luces del metro y el calor del andén. No tengo ni idea de por donde van los NitsBus. No cojo ni la moto ni el coche porque valoro mi vida. Y no cojo taxis porque antes muerto que atracado.

La noche del viernes fui y volví desde mi casa hasta Sagrada Familia y ayer hice lo mismo hasta y desde Clot. Si no sabes donde vivo te dará todavía más igual. Lo único que necesito es llevar música.

Llevo haciendo esto mucho tiempo y todavía lo disfruto más cuando hace buen tiempo. Desde hace también mucho tiempo me daba cuenta de la cantidad de colchones que veía. Para más inri, cuando iba con Borxa veíamos más, llegando incluso a flipar cuando veíamos otro.

Lo que llegamos a querer a nuestra cama y luego como la abandonamos en cualquier esquina. Los colchones duran años y los abandonamos como mineros chinos. ¡La cantidad de sueños que hemos vivido en ellos!

Pues con el ánimo de homenajear a los colchones olvidados, emprendo un álbum donde de momento sólo aparece una imagen. También vosotros podéis participar.

No hay comentarios: