16 de septiembre de 2009

Dos se van y una vuelve

Esta semana se acaban dos series y vuelve otra.

Finaliza la segunda temporada de True Blood. Nada a tenido que ver la segunda con la primera. Hemos pasado de la típica trama de un asesino suelto que al final resulta ser el que menos lo tenía que ser a una constante orgía con personajes con poderes más que raros. Al final, muere quien tenía que morir y nos dejan con el susto en el cuerpo. Pobre Bill.


También ha acabado la primera temporada de Hung. Serie vainilla donde las haya. De esas que ves porque duran poco aunque sepas que nada te van a llenar. Cada vez entiendo menos como un polvoroski como éste puede tener unos hijos tan raros. Y cada vez odio más a Tanya. Me saca de quicio.

El sorpresón me lo lleve cuando me enteré que esta semana empezaba la tercera temporada de Gossip Girl. Podría decir que tiene el mismo nivel vainilla que Hung pero la relación que tiene uno a estas alturas con los personajes la hace de visionado obligatorio. En este empiece de temporada, Serena sigue liándola como sólo ella sabe hacer. A Dan le está encantando su nuevo nivel de vida gracias al matrimonio de su padre con la rubiaca-pajarraca. Y Chuck.... aixxxx nuestro Chuck. Pierde el culo por Blair y eso con Chuck no creo que dure muchos capítulos más.

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