Mi perro Indi (mi héroe cuando era más pequeño era Indiana Jones, hasta que ví la última película, pero ya era demasiado tarde para cambiarle el nombre). Bueno también me apasionaban las Tortugas Ninja pero no le podía poner cuatro nombres ni tener cuatro perros.
Indi tiene 14 años y ya no está tan jovial como antaño. Se le ha inflamado la articulación de la pata delantera derecha y como no me escucha cuando le hablo (aunque también es verdad que nunca se ha chivado de ningún secreto) no paraba de chupársela con avaricia y saña llegando a depilarse dicha extremidad. En cuanto a lo de chupársela quiero hacer constar que todos los perros llegan.
Por ello le hemos puesto una prótesis casera. ¿Elementos? Un calcetin y esparadrapo. No hemos escatimado en recursos. Incluso el calcetín es de la talla M ya que su raza es Schnauzer Mediano aunque a él nunca le ha gustado clasificarse en ningún tipo de raza. Es muy open-mind.
No obstante, Indi está triste con su prótesis.
¿Hay algo que pueda dar más gusto que rascarse o hurgar algo que te pica o molesta? ¿Hay algo que joda más que tener algo que te lo impida?
En realidad se trata de un experimento puntero del CERN. En cuanto se acostumbre a llevar el calcetín, le pondremos otro en las restantes patas. Si la fregona es el invento español por excelencia, Indi será el primer perro escoba del mundo. Aunque no será invento español porque Indi nació en Yugoslavia.
Lo que me hace pensar otra cosa. Cuando yo tenía 14 años lo más lejos que viajé fue a Andorra.
Mi perro, en 14 años, ha viajado más que yo.
¡Recupérate pronto Indi!
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